El o la estudiante identifica las formas en que se construye y manifiesta el género, su impacto en el desarrollo de las personas en las diferentes esferas de la vida (individual, familiar, social, laboral) y su relación con el acceso a las oportunidades y los derechos humanos.
Este módulo expone cómo el género se construye, se expresa y tiene influencia en los diferentes ámbitos de la vida, y que con el apoyo de la perspectiva de género es posible identificar aquellos mandatos y estereotipos sexistas que limitan el desarrollo de las personas y son causa de relaciones desiguales, injusticias sociales y pérdida de una vida saludable. Asimismo, se verán algunas formas en las que la perspectiva de género permite cuestionar, con miras a transformar la vida cotidiana, esas creencias y comportamientos heredados culturalmente que dañan a la población, de tal forma que todas y todos podamos contribuir en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
La familia es una de las esferas de la vida que tiene una participación muy importante en la construcción de la identidad de género, así como también en la reproducción de las desigualdades de género.
A través del proceso de socialización realizado por la familia es que se transmiten, aprenden y viven los estereotipos y los roles de género. A partir de esto las y los niños van colocando las bases, como ideas, creencias y valores, mismos que incidirán en su desarrollo psicosocial, por lo tanto, en la construcción de su identidad de género (Baeza, 2005).
Hay que recordar que la feminidad y masculinidad son construcciones culturales que se reproducen socialmente y, por ello, no pueden definirse fuera del contexto social, económico e histórico; además, esa construcción se desarrolla a lo largo de toda la vida, con la intervención de distintas instituciones (la familia, la escuela, el Estado, la religión, los medios de comunicación, etc.) que moldean modos de habitar el cuerpo, de sentir, de pensar y de actuar el género y, al mismo tiempo, establecen posiciones institucionales diferenciadas por la pertenencia a cierto género (Faur, 2004).
Es importante tener claro que es en la familia en donde se generan y se aprenden ciertas prácticas sociales, impuestas por el sistema patriarcal y sexista, que van dictando las pautas a las niñas de cómo ser femeninas y a los niños de cómo ser masculinos (Vega, 2015). Para ello se invita al estudiante a que observe el siguiente video que da una idea de cómo se aprenden y reproducen los estereotipos y roles de género al interior de la familia y las consecuencias que conlleva el seguir criando y educando a niñas y niños bajo los patrones socioculturales tradicionales:
Canal Libre de Violencia. (2017, 2 octubre). Estereotipos y Roles de Género [Video]. YouTube.
Como se puede apreciar en el video anterior, históricamente y en diversas culturas se ha considerado a la familia como un espacio privado en el que la figura masculina es la que tiene el poder y la autoridad para decidir, imponer y hacer cumplir las reglas y la organización a respetar por las y los demás integrantes. Evidencia de ello se encuentra, por ejemplo, a finales de la Revolución Francesa, cuando surge el "Código Napoleónico" que llega a reforzar la respuesta masculina de rechazo a los avances de las mujeres y que les exigía obediencia incondicional al marido (Pinto, 2003).
Ahora se sabe que por este aspecto principalmente es que al interior de la familia se da una gran cantidad de casos de violencia de género, como medio para mantener la subordinación de la mujer y las niñas al hombre (sea esposo, padre o hermano).
A nivel nacional, se tiene registrado que la violencia familiar ha ido en aumento y es ejercida en la mayoría de los casos por el hombre hacia mujeres y niñas. Además, esta situación se encuentra relacionada con el matrimonio infantil, que es otra de las problemáticas que se da en este ámbito y restringe a las mujeres el acceso a sus derechos y las hace más vulnerables a la violencia dentro del círculo familiar. A continuación, se sugiere analizar las siguientes infografías para conocer un poco más sobre estos temas.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas. (2016). Violencia por un compañero sentimental (infografía). https://news.un.org/es/audio/2016/03/1413441
Fuente: ONU Mujeres (2016). Matrimonio infantil [infografía]. https://www.dianova.org/es/noticias/dia-internacional-de-la-nina/
Para comprender esta problemática aterrizada a un contexto más cercano, se invita al estudiante a que analice el siguiente video, en el cual se mencionan y explican las circunstancias y los procesos que existen detrás de las situaciones de violencia que viven mujeres veracruzanas dentro de su familia.
María de Lourdes Guzmán Ibáñez. (2017). La violencia conyugal y la dominación masculina [Video]. Lumen.UV.
De acuerdo con nuestra Constitución política (1917) y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), la salud es un derecho fundamental para todas y todos. Sin embargo, el acceso a este derecho se ve condicionado por diversos factores, entre ellos el género. Ahora, se presenta el siguiente video, mismo que menciona algunos de los conceptos clave para entender la relación entre género y salud.
Camilo Tapia. (2019, 14 mayo). Género y Salud [Video]. YouTube.
Para comprender un poco más sobre las formas en que se relaciona el género con la salud (individual y colectiva), es necesario tomar en cuenta lo mencionado por Cardaci (2006):
“El enfoque de género es una de las vías a través de las cuales es posible introducir las aproximaciones teórico-metodológicas de las ciencias sociales en el campo de la salud, así como enriquecer aquellas explicaciones sobre la morbimortalidad que no se sustentan exclusivamente en el nivel biológico, sino que otorgan un papel ‘central’ a los factores socioculturales y psicológicos” (p. 22).
Entonces, el género pasa a formar parte de esos determinantes sociales que influyen en el proceso salud-enfermedad-atención y opera de manera conjunta respecto a otros factores de riesgo (como la raza, la clase, la etnia, etc.); es por lo tanto una mirada que se efectúa desde otro lugar y que no invalida otras miradas posibles (Cardaci, 2006).
Así, por ejemplo, se hallan investigaciones que se han enfocado al análisis de la fecundidad como fenómeno biológico y otras han abordado los niveles de fecundidad condicionados por factores demográficos, socioeconómicos y culturales; los problemas de salud de la madre han sido objeto de estudio; las repercusiones de los programas de planificación en la mujer y hacia su familia, también han sido abordadas.
Gracias a los estudios sobre género y salud se ha podido evidenciar que las desigualdades de género producen desigualdades en el acceso al derecho de la salud y a las condiciones de vida y los servicios de atención que contribuyen a mantener la salud (Gómez, 2002). Ahora, se muestra el siguiente video de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que explica esta problemática y menciona algunas acciones enfocadas en cerrar esta brecha de género:
PAHO TV. (2016, 12 febrero). “Las desigualdades de género crean desigualdades de salud” [Video]. YouTube.
Otra de las problemáticas que se evidencia gracias a la incorporación de la perspectiva de género en el campo de la salud, es el que las personas enferman y mueren por causas prevenibles de manera diferenciada según su sexo y/o género. A través de estudios epidemiológicos se ha identificado que cuando se analizan las causas de muerte según el sexo, surgen diferencias importantes, por ejemplo, en México, del total de muertes registradas en 2014, 55.6% de ellas ocurrieron en varones, por lo que se habla de un “índice de sobremortalidad masculina”, que se expresa de la siguiente manera: por cada 100 muertes en mujeres se registran 126 muertes en hombres, comportamiento que se ha observado desde hace por lo menos 20 años.
Además, se advierte que tanto en hombres como en mujeres las principales causas de mortalidad son las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos, en ese orden; pero para los hombres los accidentes y las enfermedades del hígado ocupan el 4º y 5º lugar, en las mujeres estos lugares los ocupan las enfermedades cerebrovasculares y las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), respectivamente (Soto-Estrada, Moreno-Altamirano & Pahua, 2016). Estas altas tasas de mortalidad por accidentes y enfermedades del hígado en los hombres, analizadas desde la perspectiva de género, se pueden explicar por el proceso de socialización masculina que lleva a los hombres a la competencia, a la temeridad y al ocultamiento de las emociones, las cuales sólo les es permitido expresar bajo el influjo del alcohol, de acuerdo con el modelo de masculinidad que predomina en nuestra cultura (De Keijzer, 2001).
Para el caso de las mujeres, las cuantiosas muertes causadas por enfermedades cerebrovasculares están relacionadas con su estilo de vida, determinadas, en gran medida, por su género; además, otros factores asociados a estos padecimientos incluyen su edad avanzada; el uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que incluyen estrógenos, además de que tienen más probabilidades de morir por esta causa que los hombres (Buergo, 2007).
Mientras que las muertes por las EPOC se relacionan con el lugar que se les sigue asignando comúnmente a las mujeres en las zonas rurales, la cocina; que es donde se utiliza el fogón para la cocción de los alimentos, de manera que las mujeres son las que quedan más expuestas al humo de leña, el cual se ha reconocido como un factor de riesgo para sufrir EPOC (Schilmann, 2014).
Por otra parte, una de las situaciones que representa la violación no sólo del derecho a la salud sino de muchos más, y se identifica como un problema de salud pública por tener gran impacto en la vida de las mujeres, es la violencia de género. Por ello, se invita al estudiante a revisar las siguientes infografías relacionadas con esta problemática, que estadísticamente sufren más las mujeres y las niñas a nivel mundial.
Fuente: Organización Mundial de la Salud. (2020). 1 de cada 3 mujeres… [infografía].
https://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/una-de-cada-tres-mujeres-experimentado-violencia-es.pdf?ua=1
Fuente: Organización Mundial de la Salud. (2020). La violencia tiene repercusiones en la salud de la mujer [infografía].
Fuente: Organización Mundial de la Salud. (2020). La violencia contra la mujer adopta muchas formas [infografía].
https://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/violencia-contra-mujer-muchas-formas-es.pdf?ua=1
Asimismo, cada vez más se ha documentado y reconocido que en el campo de la salud existen manifestaciones de la cultura hegemónica patriarcal que desembocan en situaciones de discriminación y violencia, principalmente del personal de la salud hacia las mujeres (por ejemplo, la violencia obstétrica). Para conocer un poco más sobre este tema, se presenta la siguiente infografía.
Fuente: Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana. CEPREVIDE. (2020). Violencia obstétrica [infografía]. http://www.ceprevide.gob.mx/tipos-de-violencia-contra-la-mujer/
Finalmente, es importante rescatar que hay cada vez más estudios que abordan las masculinidades y buscan, principalmente, analizar y cuestionar la posición privilegiada del hombre respecto a la mujer, con el fin de proponer nuevas masculinidades encaminadas a decidir y actuar consciente y responsablemente para contribuir en la desarticulación del sistema patriarcal y la cultura machista hegemónica que tienen consecuencias dañinas en la salud tanto de las mujeres como de los hombres (De Keijzer, 2001).
Para cerrar esta sección, se recomienda al estudiante revisar la siguiente infografía acerca de algunas implicaciones de la propuesta del trabajo sobre las masculinidades.
Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2020). Nuevas masculinidades [infografía].
http://genero.seg.guanajuato.gob.mx/wp-content/uploads/2016/05/Infograf%C3%ADa-Nuevas-Maculinidades1.png
La educación se ha reconocido como uno de los derechos más importantes para sustentar una sociedad justa con acceso igualitario a oportunidades y demás derechos. No obstante, es evidente que a nivel mundial para muchas personas aún es difícil poder acceder a la educación, puesto que prevalecen enormes desigualdades.
Lamas (1996), reconoce a la educación como el lugar privilegiado, tanto para la modificación de pautas sexistas como para su reforzamiento. Ya sea a través de la educación formal (en la escuela) o la informal (en la casa, en los medios de comunicación y la calle) se reproducen los estereotipos de género al promover y establecer actividades diferenciadas que transmiten el mensaje de que hay cuestiones "propias" para niños y otras para niñas. De ahí que, las niñas, por ejemplo, desarrollen gustos, motivaciones e intereses por materias y, más adelante, profesiones que por lo general son conocidas como “de mujeres” o “femeninas”; lo cual se ha definido en función de los roles y estereotipos de género vigentes social y culturalmente. La siguiente infografía evidencia esta situación.
Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico/PISA. (2012). El ABC de la igualdad de género en la educación [infografía].
https://www.educacionyfp.gob.es/dctm/inee/internacional/2cleanpisa-infographic-gender-ideasesp.pdf?documentId=0901e72b81c80713.
En el caso de las profesiones y oficios, es posible observar la composición y distribución de la matrícula orientada por el sexo del estudiantado. En profesiones como enfermería o pedagogía se concentran de manera dominante mujeres y, en contraste, los hombres son mayoría en ingeniería civil, economía y derecho. La feminización y masculinización de las profesiones muestra en la sociedad profundas desigualdades de género en el espacio de lo público y privado (Sánchez, 2018).
Sin duda, el género resulta ser un factor que limita las posibilidades de estudiar, principalmente de niñas, adolescentes y mujeres; pero, además, la misma calidad de la educación se puede ver afectada cuando se permean los estereotipos y roles de género; ya que esto convierte al sistema educativo en un agente reproductor y perpetuador de las desigualdades de género. Al respecto, Marta Lamas (1996) menciona lo siguiente:
“Una perspectiva de género desde la educación abarca varios ámbitos, desde el diseño de libros de texto y programas no sexistas hasta desarrollo de políticas de igualdad de trato y oportunidades entre maestros y maestras [mujeres y hombres de la comunidad educativa]. (…) en el terreno educativo es crucial eliminar las representaciones, imágenes y discursos que reafirman los estereotipos de género” (p. 10).
A pesar de que se ha demostrado que aparte de los beneficios que la educación aporta a las mujeres mismas, sus efectos positivos externos son sustanciales, ya que además de generar ingresos adicionales, la educación de las mujeres tiene efectos importantes en diversas variables tales como la salud y mortalidad de los niños, la salud de las propias mujeres y la salud reproductiva; diferentes estudios que analizan la brecha de género en la educación han encontrado que en los hogares rurales de más bajos recursos, las niñas continúan dejando la escuela antes que los niños. La asistencia escolar es más o menos igual hasta el quinto o sexto grado de primaria, un poco después de esto empieza la brecha.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio de Parker y Pederzini (2000) se ha presentado un gran incremento en los niveles educativos de la población femenina mexicana a lo largo del siglo pasado, por lo que se puede observar una tendencia a la disminución de la brecha educativa de género.
No obstante, el ámbito educativo sigue permeado de ideas y conductas sexistas y misóginas que reproducen discriminación y violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres; lo que va mermando su acceso a la educación. A través de la siguiente infografía se puede observar cómo se presenta el sexismo en el ámbito educativo.
Fuente: Pan y Rosas Teresa Flores. (2016). ¿Educación sexista? [infografía]. https://www.facebook.com/rosa.luxemburgo.319/photos/a.1629031847423755/1629496667377273
Finalmente, para terminar este tema, se invita al alumno a observar el siguiente video en el que se describen algunos ejemplos de cómo se manifiesta la violencia de género en las escuelas.
¿Y yo, por qué no? (2018, 17 noviembre). La violencia de género en la escuela es real. [Video]. YouTube.
Al igual que la salud y la educación, el trabajo es un derecho fundamental y esencial de todas y todos para la realización de otros derechos humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917) se indica, en el artículo 123 que: “toda persona tiene derecho a trabajar para poder vivir con dignidad”. Asimismo, en la Ley Federal del Trabajo (1970) se define, en su segundo artículo, al trabajo digno como “aquél en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador”.
Sin embargo, se sabe que en la sociedad mexicana el goce del derecho al trabajo digno es muy limitado para las personas en general, y cuando se analiza este ámbito desde la perspectiva de género, es posible ver que, cultural e históricamente, el nivel de acceso ha sido y sigue siendo aún más reducido para las mujeres.
A lo largo del tiempo, ha sido de gran interés el abordar la relación que existe entre género y trabajo, lo cual se ha hecho a través de estudios enfocados, por ejemplo, en la integración de la mujer a los procesos de desarrollo, que es un tema que ha recibido atención especial; asimismo, está el interés por el estudio de la división social del trabajo en las "esferas" pública y privada; la función social que cumple la mujer, ya sea como participante del mercado laboral, como integrante de una unidad doméstica, o bien cuando cumple con ambas funciones, cuando realiza la "doble jornada", la de trabajadora remunerada y la de "ama de casa" (Pinto, 2003).
Ahora, por medio del siguiente video se explica en qué consiste la división social del trabajo:
Luz Casanova. (2020, 20 octubre). División sexual del trabajo [Video]. YouTube.
Como se puede apreciar en el video, en las sociedades basadas en un sistema patriarcal y sexista, existe un lugar privilegiado, una posición jerarquizada para ciertas identidades masculinas dentro del sistema social, económico y político. Y debido a que las instituciones juegan un papel crucial en la construcción de identidades de género, es a través de éstas que se legitiman posiciones diferenciadas tanto entre hombres y mujeres, como para algunos hombres frente a otros (Faur, 2004).
Además, de acuerdo con lo que explica Celia Amorós (1994), lo público y lo privado constituyen una constante que estructura a las sociedades a través de ponderar en diferente medida los espacios para hombres y los que son para mujeres. Es así como las actividades del espacio público, que son socialmente más valoradas y las que tienen mayor prestigio, son realizadas por los hombres. Mientras que para las mujeres se reservan las actividades del espacio privado, como el trabajo doméstico y de cuidados que no son remunerados, pues no se reconoce su importancia y el valor social que tienen (Baca, 2005).
Una de las razones de la escasa presencia femenina en la Población Económicamente Activa (PEA) es el elevado porcentaje de horas destinadas a la labor doméstica y de cuidados realizados en el hogar, situación que se vuelve compleja cuando se sabe que en América Latina la demanda del cuidado se cubre mediante redes familiares, que recae sustantivamente en las mujeres. El quehacer del cuidado en las mujeres exacerba las dobles jornadas y las coloca en situaciones permanentes de cansancio y estrés. Tal situación ocurre dentro del espacio doméstico-privado que culturalmente ha sido asignado a las mujeres (Sánchez, 2018).
Para el caso de las mujeres que logran incorporarse al mercado de trabajo, se topan con que hay una demanda real para muchos puestos tipificados como "femeninos", que son una prolongación del trabajo doméstico y de la atención y cuidado que las mujeres dan a niños y varones. Además, hay características consideradas "femeninas" que se valoran laboralmente, como la minuciosidad y la sumisión (Lamas, 1996).
Al mismo tiempo, ha ido aumentando la tendencia de que las mujeres busquen desempeñar trabajos no “tradicionales”, ya que es más fácil que las mujeres traten de ingresar a trabajos "masculinos", y no así que los hombres busquen desempeñarse en trabajos "femeninos", fundamentalmente por razones económicas (suelen estar peor pagados), aunque también pesan las razones culturales de género.
Uno de los datos que alude a la situación que se vive en México, indica que en 2016, 47.9% de las mujeres participan en el mercado de trabajo, mientras que los hombres alcanzan el 75.8%. La presencia de las mujeres en la Población Económicamente Activa (PEA) casi siempre se acompaña de una constante: al predominar relaciones de poder asimétricas, las mujeres, en muchos de los casos, quedan relegadas a puestos que poseen bajos salarios, malas condiciones, escasas prestaciones, poca autonomía, alta subordinación y una limitada promoción (Sánchez, 2018). A continuación, se presenta la siguiente infografía, misma que da un panorama general sobre la brecha salarial existente en países de América Latina y el Caribe.
Fuente: World Economic Forum. Anadolu Agency: Various sources (Local government agencies). ILO. National Womens Law Center. Wikipedia Commons, Statista. (2019). Brecha salarial de género en América Latina [infografía]. https://www.merca20.com/infografia-las-cifras-que-revelan-la-brecha-salarial-de-genero-en-latam/
Siguiendo a Lamas (1996), no sólo las mujeres ganan menos que los hombres, sino que la segregación de la fuerza de trabajo también excluye a las mujeres de los empleos mejor pagados y prestigiosos, por lo que sigue siendo difícil el encontrar a las mujeres en las posiciones de alta gerencia y de dirección.
Aunque cada vez más mujeres ocupan altos puestos técnicos y científicos, e importantes cargos políticos y de la administración pública, existen manifestaciones que buscan menospreciar, rechazar o invisibilizar los logros femeninos en el mercado de trabajo, como una forma de mantener la subordinación de las mujeres al hombre; ejemplo de ello es el hostigamiento y el acoso sexual que diariamente viven éstas en el entorno laboral. En la siguiente infografía se definen, se manifiestan y se reproducen estas violencias de género.
Instituto Nacional de las Mujeres. (2019). El hostigamiento sexual y el acoso sexual [infografía].
http://www.izt.uam.mx/index.php/genero-uami/
Para cerrar el presente tema, se presenta el siguiente video, en donde se aprecian algunos de los efectos que tiene la división sexual del trabajo en la vida y el desarrollo de las mujeres al tener que realizar trabajo no remunerado y trabajo remunerado, pero en condiciones precarias. Aunque se contextualiza en Argentina, hay que recordar que esta realidad la viven las mujeres en todo el mundo y, por lo tanto, las propuestas que se plantean en este video también son valiosas para combatir en México las desigualdades de género en el ámbito laboral.
Julia. (2020, 7 agosto). ESI División sexual del trabajo - trabajo no remunerado [Video]. YouTube.
Descripción:
A partir del contenido revisado sobre Género y vida cotidiana, elabora un mapa conceptual digital en el que se aprecie la relación que existe entre cómo se aprende y vive el género en las distintas esferas de la vida (familiar, salud, educación y trabajo) y las desigualdades que se generan entre hombres y mujeres en los diferentes ámbitos analizados:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
Descripción:
A partir del contenido revisado sobre Género y vida cotidiana, elabora una historieta en la que se identifique cómo se aprende, se reproduce y se vive alguna de las desigualdades de género en el ámbito educativo.
wikiHow. (2020, 19 noviembre). Cómo crear una historieta. https://es.wikihow.com/crear-una-historieta
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
Para cerrar con este segundo módulo, se comparten las opiniones acerca del impacto de las desigualdades de género en la vida cotidiana.
Participa en el Foro de discusión para intercambiar puntos de vista sobre el impacto de las desigualdades de género en la vida cotidiana.
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
Después de acceder a la información al respecto de los mecanismos de construcción y reproducción de las desigualdades originadas a partir del género en las diferentes esferas de la vida cotidiana, es importante que se reflexione acerca de lo que ha aprendido.
Para lo anterior, el alumno debe responder con honestidad las siguientes preguntas, con el fin de conocer el nivel de comprensión de los saberes abordados en este módulo:
Descripción:
Desarrolla una actividad de autoevaluación, respondiendo a las siguientes preguntas. Es importante mencionar que las respuestas a dichas interrogantes son un ejercicio de honestidad y congruencia, por lo que no se considerará como parte de las actividades a evaluar con calificación:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega: