Además de la perspectiva del aprendizaje significativo y autónomo que en esta experiencia educativa se ha propuesto, la formación integral es también un eje orientador al promover la adquisición de hábitos de estudio para mejorar el aprendizaje.
La formación integral está inspirada en el informe de la UNESCO de 1996, presentado por Jaques Delors, llamado La educación encierra un tesoro, en síntesis, en este documento, que fue guía para las universidades en el mundo, se planteó que la educación debe trascender de fines instrumentalistas a buscar la realización de la persona. A partir de esta definición, se propuso cuatro aprendizajes a impulsar en los estudiantes: aprender a ser, aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a vivir juntos, a vivir con los demás. Se trata de que la educación aborde las dimensiones intelectual, profesional, humana y social, reconociendo que no existen límites entre ellas, ya que están interrelacionadas en la formación y el desarrollo de la persona.
El contenido y actividades de los módulos anteriores apoya al estudiante en el aprender a ser y aprender a conocer, que en este caso es aprender a aprender. En este módulo en el que se muestra el valor del aprendizaje colaborativo, se contribuye también a que desarrolle su capacidad de aprender a convivir.
El alumno conocerá que el potencial de aprender es mayor cuando se trabaja de forma colaborativa y revisará los elementos básicos para la construcción del aprendizaje: la comunicación, la interdependencia e interacción positivas, así como las actitudes de compromiso y la responsabilidad.
Así mismo, participará en ejercicios de trabajo colaborativo apoyado en herramientas y técnicas para desarrollar las capacidades de comunicación.
Las cualidades con las que cada persona cuenta la hacen única e irrepetible, son diferencias individuales conformadas por factores biológicos (genéticos), por la historia de vida, las experiencias, los valores, el proceso educativo, etc. En esta experiencia educativa se ha estudiado, por ejemplo, que, de acuerdo con la teoría de las Inteligencias múltiples, cada individuo se distingue por poseer un nivel más desarrollado de algún tipo específico de capacidades y habilidades. Así como que tiene un estilo propio de aprendizaje por el que se le facilita estudiar si realiza actividades que involucran aquellos sentidos y tareas con los que es más receptivo.
Las diferencias personales constituyen una riqueza para el aprendizaje porque representan la posibilidad de construir conocimientos a partir de lo que un grupo de personas sabe y puede realizar, que siempre será mayor de lo que una sola persona conoce. De manera que la relación con otros, la interacción social, es un componente importante para ampliar y enriquecer el aprendizaje. En el ámbito educativo se trata de hacer cosas de forma conjunta para lograr el aprendizaje colaborativo.
Aprendizaje colaborativo es lo que un grupo es capaz de aprender a partir de la interacción en la que se reconozcan los diferentes conocimientos y puntos de vista, se puedan contrastar con lo que ya se sabe, y se construyan de forma conjunta nuevos conocimientos.
Este concepto de aprendizaje colaborativo se apoya en la “teoría sociocultural del aprendizaje de Vygotsky, donde la persona aprende a través de una construcción personal como resultado de la interacción con otros y con el medio o contexto en el que se halla (Maldonado, 2007; Vaca, 2012, citado en Baca et al., 2016).
El aprendizaje colaborativo requiere de la comunicación, del trabajo colaborativo y de dos actitudes básicas: compromiso y responsabilidad.
A diferencia del trabajo en equipo, que generalmente se refiere a la división de tareas entre las personas de un grupo, “…La colaboración sería, en cambio, un proceso colectivo desde el inicio, donde todos intervienen conjuntamente en la realización de la tarea” (Roselli, 2011, p. 223). El trabajo colaborativo requiere la participación activa de todos los que integran el grupo, pues se aprende a partir de la construcción de conocimiento por la interacción. Roselli (2011) define el conocimiento como el proceso que implica negociar, construir significados de forma conjunta, es decir, alcanzar una visión compartida del problema.
En el grupo de trabajo colaborativo se comparte autoridad y responsabilidad, las relaciones son horizontales, no verticales. Para que suceda el aprendizaje colaborativo, los estudiantes de un grupo que comparte intereses educativos deben dialogar, intercambiar comentarios, dudas y hacerse preguntas.
La relación entre los integrantes de un grupo de trabajo colaborativo no es competitiva, es de interdependencia, pero positiva, es decir, para el bien de todos.
Los elementos del aprendizaje colaborativo, de acuerdo con Johnson y Slavin, señalados en Scagnoli (2006), son cinco y se explican a continuación:
El aprendizaje colaborativo consiste en la interacción de los estudiantes y ésta ocurre a partir de la comunicación. El aprendizaje colaborativo requiere de la comunicación efectiva, que cada estudiante aprenda a dialogar, es decir, sepa escuchar, comunicar sus ideas, expresar su desacuerdo de forma positiva y constructiva. Mediante esta forma de trabajo para aprender, el estudiante desarrolla el pensamiento crítico.
Algunos autores, tales como Vygotsky, plantean que el aprendizaje, además de ser resultado del desarrollo y maduración biológica, ocurre por la interacción social, este autor se dedicó a estudiar la influencia cultural en el aprendizaje de los sujetos, las conclusiones de sus investigaciones señalan la importancia de las relaciones interpersonales para el aprendizaje.
Aunado a lo anterior, el conocimiento necesario para resolver casi cualquier problema es imposible de que sea contenido en una sola persona. Los problemas a los que nos enfrentamos cada día, así como los fenómenos que se atienden desde las profesiones diversas, son complejos, es decir, corresponden a un gran número de factores o de disciplinas que están relacionadas en los mismos. Por ello el aprendizaje a nivel individual es insuficiente, requiere siempre de la interacción con otras personas, conocedoras de diversas disciplinas y con experiencias distintas, para resolver problemas, desarrollar proyectos y atender los requerimientos diversos.
Desde la perspectiva teórica de la cibercultur@, la construcción de conocimientos colectiva ocurre por la confluencia de tres componentes o culturas, como en este enfoque teórico le llaman, se refieren a la información, el conocimiento y la comunicación.
Para el caso del trabajo en grupo, que aquí estamos proponiendo para el aprendizaje colaborativo, los tres elementos que interactúan para aprender y construir conocimiento corresponden a:
Para el desarrollo del aprendizaje colaborativo que pretendemos, nos enfocaremos en la comunicación por ser ésta una condición necesaria para la relación entre los integrantes de un grupo. La forma en que se comunican las personas facilita o dificulta, según sea ésta, el que cada persona participe y aporte lo que conoce para el trabajo de grupo y, por lo tanto, para el aprendizaje colaborativo. Por ello nos apoyaremos en una definición de comunicación, de las muchas que existen.
“La comunicación es un fenómeno biológico y social que se realiza mediante acoplamientos estructurales entre dos o más individuos de una misma unidad social que coordinan acciones” (Maturana, citado en Maass, 2015, p. 173). De acuerdo con esta definición, cada persona expresa un mensaje o dice lo que dice, a partir de su condición individual y de ser único e irrepetible, es decir, el mensaje que emite está cargado de información que sólo corresponde a su experiencia, a su forma de ver el mundo, a sus valores y a lo que él ha aprendido.
De la misma manera, el que recibe el mensaje, lo hace otorgándole el significado que su estructura interna hace posible, él entiende lo que el otro dice, a partir de su experiencia, de sus valores, su historia de vida y de sus conocimientos, que nunca serán iguales a los de otra persona. Por lo tanto, la interpretación que una persona hace sobre lo que otra le dice, puede ser muy distinta de lo que realmente le quiso decir.
Esta definición de comunicación hace énfasis en su carácter complejo y social. Complejo porque, a diferencia de otras definiciones de comunicación, no se trata simplemente de describir tres elementos: emisor, receptor y mensaje; se trata de la confluencia de un sinnúmero de elementos de muy diversas características, presentes, sí en el emisor, mensaje y receptor.
Considerando lo complejo de la comunicación, el trabajo para el aprendizaje colaborativo requiere que los integrantes se comuniquen a través de una interacción positiva, es decir, que tengan la disposición para dar y recibir mensajes que sean distintos e incluso opuestos a su forma de ver y a su opinión. Este elemento contribuye también a que las personas de un grupo de trabajo colaborativo asuman responsabilidad en la tarea conjunta.
También se requiere la interdependencia positiva que se refiere a compartir un objetivo común sobre el asunto a abordar o problema a resolver, y compartir también información. La interdependencia positiva se relaciona con el compromiso que cada persona debe poseer con un fin y con el trabajo de grupo.
Como se señaló anteriormente, el trabajo colaborativo necesita que las relaciones entre las personas no sean competitivas, pues no se trata de medir quién sabe más, sino cómo se aporta lo que se sabe para que todos sepan más, para que aprendan como grupo.
Descripción:
Esta actividad requerirá que trabajes de forma colaborativa, para lo anterior, tu facilitador, vía mensaje, te informará con quiénes de tus compañeros te corresponde trabajar, efectuando lo siguiente:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
La revisión de los hábitos de estudio en esta experiencia educativa, ha estado orientada a que el alumno mejore y amplíe su capacidad de aprender, para ello, ha conocido cómo ocurre el aprendizaje y cuáles son las principales características de su forma. Ha realizado actividades que favorecen el ejercicio y desarrollo de más capacidades mentales cognoscitivas. En este tercer módulo se adentró en lo que es aprender de forma colaborativa, en los elementos que favorecen este tipo de aprendizaje. Por ello, en este último apartado realizará ejercicios para experimentar los elementos más importantes del trabajo colaborativo que contribuyen a alcanzar aprendizajes.
Para ello se retoman dos nociones, una de aprendizaje que pone énfasis en la naturaleza social que caracteriza a las personas y que hace posible avanzar en el desarrollo y aprendizaje de toda la vida: “el aprendizaje como un proceso social que se construye en la interacción no sólo con el profesor, sino también con los compañeros, con el contexto y con el significado que se le asigna a lo que se aprende” (Maldonado, 2008, p. 265). Otra noción de cómo se advierte: “La naturaleza de conocer y el proceso de construcción de conocimiento, se originan en la interrelación social de personas que comparten, comparan y discuten ideas” (Maldonado, 2008, p. 268).
“En resumen, es interesante destacar lo planteado por Johnson et al. (1999), quienes señalan que el aprendizaje colaborativo: aumenta la seguridad en sí mismo, incentiva el desarrollo de pensamiento crítico, fortalece el sentimiento de solidaridad y respeto mutuo, a la vez que disminuye los sentimientos de individualista” (Maldonado, 2008, p. 166).
Además, el alumno habrá de poner atención en la forma en que al trabajar en grupo, se presentan los elementos que, como se señaló en el tema 3.1 de este módulo, de acuerdo con Johnson y Slavin, citados en Scagnoli (2006), hacen posible el aprendizaje colaborativo. Nos referimos a lo descrito en el siguiente cuadro:
3.2.1. Aprender en un proyecto colaborativo
Con el propósito de desarrollar la capacidad para el aprendizaje colaborativo, se propone la elaboración de un proyecto en equipo para propiciar que el alumno se involucre en un proyecto complejo que contribuya a desarrollar sus capacidades y habilidades de comunicación, consenso y trabajo colaborativo.
Realizar un proyecto de forma colaborativa implica la interacción de muchos elementos diversos: conocimientos, puntos de vista, opiniones, habilidades, actitudes y valores. Estimula la investigación, la discusión para proponer hipótesis y soluciones. Trabajar en proyectos contribuye al desarrollo de las capacidades para resolver problemas reales, lo que promueve y estimula el aprendizaje.
En este último apartado de la experiencia educativa se le pide al estudiante que trabaje en el desarrollo de un proyecto colaborativo apoyado en la estrategia de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). De acuerdo con el ABP, el trabajo colaborativo se propone en un grupo pequeño entre 4 y 6 personas con diferentes perfiles o áreas disciplinarias, reunidas con el propósito de solucionar problemas. Las diferencias entre las personas son la fortaleza del grupo ya que, como se ha analizado, amplían las posibilidades de aprendizaje porque suman muchas inteligencias, conocimientos y experiencias. La clave es saber comunicarse y tener una estrategia y organización del trabajo que posibilite la colaboración.
Aquí se indican los siguientes pasos para elaborar un proyecto en grupo, basado en la estrategia ABP:
Descripción:
Para esta actividad, continuaremos trabando en equipo, para ello tu facilitador, vía mensaje, te informará con quiénes de tus compañeros te corresponde trabajar, efectuando lo siguiente:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega: