La planeación didáctica es una herramienta para el docente, pues mediante ella organizará las actividades que realizarán sus estudiantes con el objetivo de alcanzar los aprendizajes y las competencias planteadas por el programa educativo del que forman parte.

Por ello, en esta fase lo invitamos a identificar algunos problemas contemporáneos y reales desde la disciplina que imparte, para diseñar una propuesta de planeación de una investigación viable en un periodo corto para sus estudiantes.

Así mismo, diseñará la planeación didáctica de una investigación acorde con la unidad de competencia y con los saberes de la EE que imparte. En ella desarrollará un resultado de aprendizaje (RA) general, una situación de aprendizaje, considerando las cuatro fases para el desarrollo de la propuesta. Para lograrlo, es importante proyectar una serie de actividades, estrategias de enseñanza-aprendizaje, materiales y recursos educativos y las herramientas digitales, así como la evaluación de cada fase, considerando tres niveles: aprendizaje autónomo, aprendizaje colaborativo, y socialización y transferencia de los productos.

El ciclo de aprendizaje invertido es una metodología que puede ser útil para planificar una clase, pues transforma la dinámica de la educación desarrollándose en un ambiente interactivo en el que el profesor es mediador y guía de sus estudiantes.

Lo que se busca es permitir “el desarrollo de las capacidades superiores de análisis, síntesis y juicio crítico en los estudiantes, así como otras de fundamental importancia para su formación, tales como el desarrollo de estrategias de metacognición, habilidades de investigación, trabajo colaborativo y responsabilidad, así como disciplina consciente, solo por citar algunas de las más importantes”.

Esta metodología, a su vez, debe garantizar el cumplimiento de las características básicas y elementos clave de la misma. Por lo anterior, se compone de tres fases que permiten el proceso de planificación: