Se debe seleccionar textos que conmuevan, asombren e instruyan de acuerdo con la edad y necesidades del grupo, y compartirlos tanto de forma oral como escrita; usar herramientas de apoyo como el juego, y dinámicas diversas; se recomienda la lectura en voz alta y usar la tecnología para aumentar el disfrute de los textos; referir otras manifestaciones artísticas relacionadas con los textos, como el cine, el teatro, la música, la danza, la fotografía, etc. Todo organizado para que pueda implementarse en un taller de lectura. En este módulo se muestran cada uno de los elementos que integran el taller de lectura para que el alumno pueda elaborar una propuesta dirigida a un grupo que previamente habrá elegido.
Para dar inicio a este tercer y último módulo, presentamos una lectura gratuita:
Esteban Sanders. (2020, 2 junio). El gigante egoísta /// Cuento(s) Contigo [Video]. YouTube.
La lectura gratuita puede ir acompañada de datos del autor o de algunos detalles interesantes sobre cómo fue escrito el texto. Esto brinda elementos para su comprensión y disfrute, además de motivar la curiosidad en quienes la escuchan.
Ahora, a través de la siguiente lectura, se muestran los elementos más importantes del taller de lectura y los procesos que intervienen para lograr los mejores resultados:
Elementos del taller de lectura, promoción y promotor de lectura.
Para descubrir más acerca de la promoción de la lectura, se recomienda el libro de Garrido (2012) Manual del buen promotor, que proporciona consejos importantes para ser un buen promotor. Este libro se puede localizar en bibliotecas virtuales, presenciales o en librerías.
Descripción:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
El término estrategias de lectura nos remite a mediados del siglo pasado, creado por especialistas del área de la psicolingüística y de la lectura; considera: “apropiarse de estratagemas de la práctica lectora dirigida al arte de la comprensión” (Junqueira de Souza et al., 2011, p. 240). Es un concepto para nombrar actividades intencionadas o planificadas que persiguen un acercamiento al concepto integral de lectura, considerando las particularidades de la persona o grupo, exaltando el placer o la parte gozosa o aspectos que se pueden descubrir en los textos. Se persigue fomentar el hábito lector utilizando recursos didácticos con un carácter lúdico (Yépez, 2013).
Las estrategias se eligen de acuerdo con el tipo de participantes: edad, nivel de estudios y su experiencia en prácticas de lectura. Es importante señalar el respeto en cuanto a gustos y preferencias de lectura de cada participante. Se promoverá la lectura, la escritura, saber escuchar y saber hablar. Muchas veces los integrantes de los talleres tienen experiencias de lectura con textos que consideramos de “mala calidad”, libros como los de superación personal o los denominados best sellers. Éste es un prejuicio debatible, ya que cualquier lectura puede sentar las bases para lograr la afición lectora. Las competencias que se requieren para ser un buen lector pueden desarrollarse incluso partiendo de este tipo de lecturas; lo importante es que el promotor pueda después inducir a lecturas con mayor calidad técnica y de contenido, que además sean disfrutables; es decir, que sean textos exigentes y que abonen a un crecimiento personal como lector. Es importante que las actividades del taller promuevan la superación de obstáculos como la timidez, la poca participación por la nula experiencia lectora, e incluso por algunos complejos, o por discapacidades físicas.
A partir de aquí, el estudiante podrá empezar a construir su propuesta como promotor de lectura. Como primer paso, debe elegir el grupo de personas al que se dirigirá (niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, hombres, mujeres, etc.). Después, se sugieren las siguientes actividades, con las que podrá apoyarse para desarrollar su taller de lectura:
1. Romper el hielo
Aunque el promotor de lectura debe iniciar con un plan general de trabajo, el primer acercamiento con el grupo debe tener como objetivo conocer las características de cada uno de los integrantes: necesidades, aficiones, intereses, lecturas realizadas, entre otros. De este modo será fácil encontrar afinidades, socializar, o alentar el debate de temas interesantes para el grupo. Pero, lo más importante, es que con este conocimiento, el promotor pueda organizar tanto las estrategias como las lecturas a implementar en el taller.
2. Lectura en voz alta
Una de las estrategias más importantes para acercar a las personas a los libros es la lectura en voz alta. A través de ésta es posible cautivar al auditorio, transmitiendo emociones y afectos. Una adecuada lectura en voz alta requiere la interiorización de los textos con el fin de incentivar la imaginación de quien escucha. De acuerdo con Garrido (2012) es recomendable considerar lo siguiente:
3. Comprensión lectora
De acuerdo con el Diccionario de nuevas formas de lectura y escritura (2011), la comprensión lectora consiste en entender el significado de un texto, así como la intención que muestra el escritor al elaborar la obra. La comprensión lectora tiene diferentes niveles de acuerdo con las competencias y edad del lector, así como con las estrategias y recursos que utiliza al enfrentarse al texto.
Cassany (2006) establece que la comprensión depende del desarrollo de algunas destrezas mentales o procesos cognitivos, como anticipar lo que establece un texto, integrar nuestros conocimientos, inferir, elaborar hipótesis y construir nuevos significados. Además de que la forma de leer un texto varía acorde con el tipo de obra que se trate: libro, periódico, diccionario, blog, red social, portal, etcétera.
La dificultad que se experimenta por no comprender lo que se lee deriva en el poco interés en realizar la práctica lectora de manera permanente. Así, la comprensión es una competencia que se afina con la práctica: se construye y reconstruye, crece y cambia con nosotros (Garrido, 2012).
4. Leer literatura
La lectura de literatura es la mejor manera de acercarse a los libros. Si se considera la variedad de las estructuras literarias, es una manera de acercarse a experiencias en las que necesariamente se involucra tanto el cuerpo como las emociones (Devetach, 2012). Si sumamos el universo inconmensurable de lo digital, disponemos de una variedad de opciones para utilizar.
La literatura expresa la vida y a través de ella el ser humano se identifica y amplía sus experiencias con los conflictos y pasiones de otros: textos de ficción, de aventuras, románticos, de autores como José Agustín, Arreola, Rulfo, Cortázar, Kafka, Ray Bradbury, Scott Fitzgerald, Sartre, Mary Shelley, Oscar Wilde, Thomas Mann, entre otros; poesía: Pablo Neruda, Rosario Castellanos, Sor Juana Inés de la Cruz, Pellicer, Salvador Díaz Mirón, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Ramón López Velarde, etc. Los textos literarios expresan emociones, belleza y enseñanza: Alicia en el País de las Maravillas, Las mil y una noches, El principito, Fahrenheit 451, Frankestein, etc., a través de los cuales se multiplican nuestras vivencias. Nos entendemos mejor conociendo a otros. “En la ficción, en la poesía, hay ideas, nociones, sensaciones, obsesiones, que pueden llevarnos a leer y sentir la realidad de otra manera” (Devetach, 2012, p. 44). Ésta es la tarea básica que debe desarrollar un mediador: lograr que alguien descubra el consuelo o los conocimientos que nos ofrecen los libros, echando mano de distintos tipos de lectura: libros, revistas, periódicos, en formato impreso o digital; libros preferentemente de literatura: novela, cuento, relatos cortos (microrelatos), poesía, teatro; de temas variados, que en un primer momento se escogerán de acuerdo con los intereses de los futuros lectores.
5. Escribir
La manera de escribir ha variado a partir del auge tecnológico; cada vez se escriben más textos cortos. Sin embargo, todos deberíamos ejercitar la escritura para externar conocimientos, ideas, sentimientos, opiniones, recuerdos, etc. Tal vez un buen ejercicio lo es escribir un diario personal o redactar cartas.
6. Otras manifestaciones culturales y literatura
Es muy importante que el estudiante pueda interrelacionar la literatura con otras manifestaciones artísticas, culturales y científicas, con el fin de utilizarlas en la promoción de la lectura. La literatura tiene un diálogo permanente con expresiones como el cine, la pintura, la música, etc., y a partir de aquí se configuran diversas miradas estéticas y críticas.
Descripción:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
Descripción:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega:
Descripción:
Criterios de desempeño:
Lineamientos de entrega: